Comienzo apretando los labios
para acallar quejas y lamentos,
sonidos que van por la corriente
Mientras me quedo en la historia,
sin la misma historia, alejada de todos.
Es una serena angustia saberse dispar,
lejanos de aquel amor tan certero,
donde perdimos el origen de la fuente,
el terreno en que lo buscamos, haya a lo lejos.
Por eso la vocación de olvido
va creciendo en la soledad
de la otra orilla del exilio,
cuando sumergida en los recuerdos
cantan tan jóvenes a mi silencio.
Solo a veces, de tarde en tarde,
la plenitud esta jubilosa
en una desolada laja
de rosada piel como un mármol
frió y sureño.
Ahí el silencio es mi muralla
S. V. ©
Surcada de historias en libretas
va mi alma con la sonrisa,
la transcurren los días sin la prisa
para acariciarme los soles de esas lunas
Desprendo el cálido perfume de las orquideas
luciérnagas de luz alumbran mi cornisa
para crecer la palabra en la brisa
mientras camino liviana a deshoras
Ya nadie puede encontrar mi sitio
que nació del desconsuelo de mis ojos
cuando el corazón se murió en aquel naufragio:
con todo el dolor desordenado.
S.V.©
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